Eugène Delacroix
Viaje a Marruecos y Andalucía
Colección: Terra Incognita 33
Prólogo de André Joubin
Ilustraciones de Èugene Delacroix
Páginas: 93
Formato: 15 x 21 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-9716-035-3
Año aparición: 1.984
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El ojo sensible de Eugéne Delacroix, figura central del romanticismo pictórico, captó en sus acuarelas y dibujos, pero también en las vivaces cartas que escribió desde Marruecos y Andalucía, i toda la luz, el color y la belleza vivificadora que descubrió en esas tierras del sur.
Eugéne Delacroix, la más relevante figura del romanticismo pictórico, viajó como agregado en la misión diplomática que Luis Felipe de Francia envió al Sultán de Marruecos en 1832.
En la época en que Delacroix realizó aquel viaje, la literatura y el arte de Europa buscaban el oxígeno de lo oriental y lo antiguo. En Marruecos, no sólo encontró Delacroix el colorido y el exotismo orientales, sino también la herencia grecorromana —lo cual le entusiasmó—, la nobleza y la belleza, variada y sencilla a un tiempo, que Europa había perdido ya. Delacroix, excelente epistológrafo y gran observador, retrata en sus cartas sus sentimientos, sus visiones e imaginaciones, sus tedios y entusiasmos, sus asombros y temores, en un tono incisivo y poco «literario», a veces con visos tragicómicos, salpicado de ironías y juicios artísticos. Luego abandona por un tiempo la embajada y viaja durante dos semanas por Andalucía. «Todo Goya estaba allí», nos ha dicho ya. «En España he encontrado… toda una civilización tal como era hace trescientos años».
A partir de entonces Delacroix fue «el pintor del Norte de África» y un «hombre de Marruecos», gracias a un viaje cuyas formas y colores rutilantes reflejó en pinturas y dibujos, y cuya vivencia, con sus emociones y sus agudos comentarios y juicios, nos traen estas cartas.