Khenpo Tsultrim Gyamtso
Meditación sobre la vacuidad
Colección: Sophia Perennis 10
Traducción de Karma Tsultrim Ten Tsin (Borja de Arquer)
Páginas: 63
Formato: 15 x 21 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-7651-453-5
Año aparición: 1.983
Precio sin IVA: 3,85€
Precio con IVA: 4,00€
Es bastante improbable que alguien pueda lograr una comprensión exacta de las más profundas enseñanzas de Buddha sin antes haber dominado los estadios previos. Esta progresión es como el proceso de refinado del mineral de oro: primero tratamientos toscos pero eficaces, y, después, más elaborados, que por último dejan aparecer el purísimo oro fino, semejante a la verdad última de la Vacuidad.
Meditación sobre la Vacuidad trata sobre la «Meditación progresiva» (GOM RIM en tibetano), que es una serie de meditaciones que conducen de los grados más elementales a los niveles superiores progresivamente. Esta progresión la ilustra el ejemplo de alguien que busca una aguja en la montaña. Primero ha de saber en qué dirección está la montaña. Luego, en qué lado se encuentra la aguja. Entonces habrá que indicarle un lugar fijo, como el pie de un árbol, y, por último el sitio preciso donde está escondida. Y sólo él, con sus propios ojos, descubrirá lo que busca.
De igual modo, los grados preliminares del Gom Rim son enfoques cada vez más sutiles para alcanzar la perfecta realización de la Vacuidad. Y, finalmente, ésta se alcanza por visión directa.
La práctica del Dharma se basa en abandonar los actos nocivos y buscar obrar rectamente. Esto permite escuchar con atención al Dharma y reflexionar correctamente en su verdadero sentido. La mera comprensión mental no puede libramos del sufrimiento del Samsara ni romper nuestros hábitos mentales: éstos sólo pueden rectificarse integrando en la experiencia práctica lo que hemos aprendido.
El Dharma está constituido por el conjunto de prácticas que expuso Buddha para purificar los velos que cubren la naturaleza del espíritu.
Por la purificación de impurezas contingentes que la cubren, se revela la Clara Luz del espíritu, que nunca dejó de estar presente, y el espíritu se manifiesta en toda su pureza, despierta a su verdadera naturaleza: la Budeidad.