Colección: El barquero 179
Traducción de María Tabuyo y Agustín López
Páginas: 92
Formato: 13 x 21 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-7651-091-9
Precio sin IVA: 14,42€
Precio con IVA: 15,00€
Lo que siempre me interesa es tratar de sorprender el alma humana bajo el exterior social […], desenmascarar, en una palabra, la profunda verdad que casi siempre se opone a la apariencia.
Irène Némirovsky (Entrevista de junio de 1933)
En 1934 Irène Némirovsky publicó Las orillas dichosas, El eco y Domingo, tenía 31 años y ya era una escritora famosa gracias a su novela David Golder. En estos relatos podemos comprobar que la autora domina su estilo realista, incisivo, concreto, irónico y crudo. Igualmente, Némirovsky hace gala de la perspicacia psicológica que la caracteriza, profundizando los caracteres y desenmascarando las intenciones recóndidas de los protagonistas. Estas narraciones también son significativas, porque abordan uno de los temas centrales en la obra de la escritora: las tensas y frías relaciones entre madres e hijas, así como el egoísmo y la indiferencia entre los miembros de la familia. Todo ello refleja su infancia y adolescencia que, a pesar de su apariencia brillante y cómoda, fue solitaria y falta de amor. La autora es insuperable en plasmar el materialismo cínico e incluso cruel de su medio social, repleto de arribistas ávidos de lujo, dinero, placeres y estatus. Las obras están imbuidas en esa atmósfera desencantada y amarga de Némirovsky, cuya visión de la existencia fue siempre sombría. Irène Némirovsky nació en Kiev, en el año 1903, hija de un acomodado matrimonio judío. Huyendo de la revolución rusa, la familia se instaló en París en 1919. Poco después empieza a elaborar sus primeros relatos y, en 1923, escribe Un niño prodigio, publicada cuatro años después. En 1929 apareció David Golder, obra de éxito que le proporcionó una notable popularidad. Siguieron otras novelas como El baile, El caso Kurilov, El vino de la soledad, Jezabel… Hostigada por las autoridades francesas, debido a su condición judía, fue finalmente detenida y enviada a Auschwitz donde murió en 1942. En 1993 su hija menor, Élisabeth, publicó El mirador, una biografía de Irène, y en 2004, su hija mayor, Denise, publica una novela inacabada de su madre, Suite francesa. Con esas publicaciones la figura de Irène Némirovsky vuelve a salir a la luz tras varias décadas de olvido y sus obras se traducen y reeditan actualmente en numerosas lenguas.
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