Colección: Centellas 157
Prólogo de Sara Boix Llaveria
Traducción de Ulrike Steinhäuse y Francisca Roca Arañó
Páginas: 108
Formato: 9,5 x 14 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-9716-188-6
Año aparición: 2.019
Precio sin IVA: 11,54€
Precio con IVA: 12,00€
Los estudios sobre el color de Goethe tuvieron una gran repercusión en el arte de vanguardia, en particular entre pintores abstractos influidos por la teosofía.
Johann Wolfgang Goethe (1749- 1832) es considerado uno de los hombres de letras más brillantes de Alemania. Pero este genio no sólo fue escritor, sino que también se sintió atraído por la ciencia, en particular por la geología, la botánica, la química, la osteología y la óptica. Su visión científica fue muy original y afín con la Naturphilosophie, si bien no formó parte de esta corriente, de la cual en algunos aspectos se distanciaba.
La Teoría de los colores se publicó en 1810 y, como el autor anuncia en el prólogo, se opone a la óptica de Newton. Pensadores de la talla de Schopenhauer, Heisenberg o Witt- genstein sintieron un gran interés por este texto; así mismo se difundió con éxito entre pintores, como por ejemplo Turner, quien la estudió en profundidad. El mismo Goethe estaba satisfecho con esta investigación, considerando que era uno de sus mayores logros.
Goethe diseñó una serie de recursos para ayudar al lector de la Teoría de los colores a comprender mejor sus experimentos; se trata de su círculo cromático y un conjunto de láminas con sus explicaciones, que es lo que presentamos en este libro. Las láminas se publicaron aparte del libro de la Teoría de los colores, pues esta obra a pesar de su gran volumen apenas incluye ilustraciones. Con estos cuidados dibujos Goethe aportaba una guía a quienes querían experimentar sus tesis, pues su método se basaba en la experiencia inmediata.
Es importante recordar la repercusión que los estudios cromáticos de Goethe han tenido en el arte de vanguardia. Muchos artistas abstractos o tendentes a la abstracción estudiaron su Teoría en profundidad y especialmente los pintores influidos por la teosofía encontraron en esta obra, en particular en la edición que de ella hizo Steiner, una fuente de inspiración.