La misión del artista

Ferdinand Hodler (1853-1918) es uno de los más grandes artistas suizos y uno de los pintores de paisajes más personales y poderosos de la historia del arte occidental. Tras unos años en que realizó unos paisajes impregnados de luz y con armonías suaves, a partir de 1890 Hodler dio a su pintura una dimensión mística, dotando a sus paisajes de un fuerte componente simbolista, y para ello utilizó ampliamente la simetría como base compositiva (lo que él llamaba el principio del «paralelismo») e hizo un uso del color lleno de audacia e intensidad. Si bien Hodler había conseguido el éxito con sus grandes composiciones simbolistas de figuras humanas, en sus paisajes posteriores elimina completamente la figura humana y expresa en ellos un rechazo de la civilización como reacción al positivismo dominante.

Este volumen incluye un texto teórico escrito por el artista en el que reflexiona sobre la forma, el color y el principio del paralelismo, y un estudio de Sara Boix Llaveria que analiza el texto de Hodler situándolo en su contexto biográfico e histórico y muestra cómo el artista aplicó sus principios teóricos en su obra.