Alfredo Hermenegildo
Juegos dramáticos de la locura festiva
Pastores, simples, bobos y graciosos del teatro clásico español
Colección: Medio maravedí 7
Páginas: 308
Formato: 15,5 x 21 cm
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 978-84-7651-226-5
Año aparición: 1.995
Precio sin IVA: 17,31€
Precio con IVA: 18,00€
El presente estudio contempla y examina una serie de epifanías en las que surge la imagen festiva como objeto recuperado y puesto al servicio, casi mecánico, de un ejercicio de exaltación de valores religiosos o caballerescos. La fiesta popular y sus personajes más característicos han sido manipulados en beneficio del marco dominador que siempre ha terminado «organizando los signos de desorganización» característicos del carnaval.
La amplia galería de personajes marcados por el espíritu que anima la fiesta popular, la sublime locura carnavalesca, va desde los pastores que nacen al calor de la liturgia, hasta los graciosos del teatro inscrito en la órbita calderoniana. El presente estudio contepla y examina una serie de epifanías en las que surge imagen festiva como objeto recuperado y puesto al servicio, casi mecánico, de un ejercicio de exaltación de valores religiosos o caballerescos. La fiesta popular y sus personajes más característicos han sido manipulados en beneficio del marco dominador que siempre ha terminado «organizando los signos de desorganización» característicos del carnaval.
Pero la fuerza interior del personaje le ha hecho resurgir en formas de alta parodia. La rigidez del marco social, sus ritos y fórmulas estereotipadas, son descubiertas, destapadas, desconstruidas por la energía creadora, por el juego desenfadado que organiza la parodia y el espíritu festivo. Y el juego, que permite la realización de un tiempo de libertad del que inevitablemente habrá que salir, ha sido capaz de poner en duda el valor de los ritos y de las fórmulas.
Los años de Lope de Rueda ven también circular por sus escenarios otras encarnaciones del loco carnavalesco. Los simples siguen «jugando al juego» de decir las verdades tan necesarias para la renovación y la animación de la vida petrificada de quienes marcan las pautas del comportamiento social. Y el gran batihoja sevillano abre su teatro a las manipulaciones del loco, convertido así en un eficaz «director de escena», en un organizador de los espacios dramáticos y de los enfrentamientos entre los habitantes de unos y otros.
Estos juegos dramáticos de la locura festiva no pueden arrojar más que conclusiones parciales, que abren una serie de vías por las que podrán transitar futuras investigaciones. El modelo de análisis puesto a prueba ha dado resultados de indudable eficacia a la hora de emprender una lectura del teatro clásico de lengua castellana.