Cyrus Macmillan
El niño del cielo rojo del atardecer y otros cuentos indios del Canadá
Colección: Erase una vez... Biblioteca de Cuentos Maravillosos 85
Prólogo de Carmen Bravo-Villasante
Traducción de Carmen Bravo-Villasante
Páginas: 99
Formato: 14,8 x 21 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-7651-205-0
Año aparición: 1.994
Precio sin IVA: 11,54€
Precio con IVA: 12,00€
Naturaleza y poesía se combinan en estos cuentos maravillosos, cuyos protagonistas principales son los animales y el mundo de los grandes bosques, ríos y lagos del Canadá.
Cuando sopla el viento en las praderas, cuando las nieves invernales cubren el bosque, cuando el Espíritu de la Tormenta y el Espíritu del Trueno se ciernen sobre la Tierra, y el Dios Río hiela su corriente, los indios en sus campamentos, en torno al fuego vivificador, rememoran los orígenes de sus tradiciones. Cuentan cómo se creó el primer Cerdo y el primer Puerco Espín, cómo heredaron la Danza del Perro, cómo apareció en la Tierra el Topo y el Murciélago, cómo vino la I aiz y el Fuego, por qué el Ratón es pequeño, y por qué el Arco Iris es el mejor camino para ir al Cielo.
Cyrus Macmillan recogió de la tradición oral los cuentos de los indios canadienses. Destacan en estos cuentos la naturaleza del Canadá, los bosques, los Grandes Lagos, los torrentes y la Gran Agua (el mar). En estos relatos son protagonistas la Tortuga, el Sapo, el Lobo, el Petirrojo, el Martín Pescador, el Pájaro Carpintero, el Cuervo, el Castor, el Búfalo, la Gaviota, y el Oso Pardo de Corazón de Piedra.
I lay narraciones que podrían calificarse de ecológicas y que hoy hallarán eco en los lectores amantes de la Naturaleza. En estos cuentos todo es poético. Desde el niño resplandeciente del cielo rojo del atardecer hasta el Arco Iris que se ofrece como un camino coloreado, por el que ascienden al cielo los animales. Carmen Bravo-Villasante ha traducido estos hermosos cuentos del Canadá para que los lectores, por un momento, puedan vivir en los escondidos lugares donde el pino y el abeto extienden sus ramas y canta el Azulejo y se oye el picar del Pájaro Carpintero.