Colección: Centellas 173
Traducción de Silvia Alemany
Páginas: 167
Formato: 9 x 14 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-9716-268-5
Año aparición: 2.020
Precio sin IVA: 11,54€
Precio con IVA: 12,00€
Unos escritos que, con maestría literaria y un halo de misterio, nos introducen en uno de los ambientes más creativos e intensos del París del siglo XIX.
Théophile Gautier, brillante figura del París del s. xix y activo creador aportó obras maestras a las letras francesas. Se convirtió en un destacado crítico artístico y literario. En 1829 conoce a V. Hugo a quien considera su maestro. Esta relación estimula su carrera y lo imbuye en el romanticismo del que será defensor. Pero Gautier siempre tuvo una preocupación por la forma ajena a los románticos y evolucionó hacia el parnasianismo considerándose, junto a Leconte de Lisle, fundador del movimiento. El poemario Esmaltes y camafeos (1852) cristalizó la tendencia y lo consagró como poeta.
Gautier además de ser un poeta impecable, según Ch. Baudelaire, escribió cuentos y narraciones de caríz fantástico, obras de teatro y libretos para ballets. Es comprensible que esta imaginativa personalidad se sintiese atraída por la invitación del Dr. Jacques- Joseph Moreau de Tours a experimentar con estupefacientes en las sesiones que se llevaban a cabo en el Hôtel de Pimodan, en la Isla de San Luís. Moreau ya conocía el hachís a raíz de sus viajes por Siria, Egipto y Asia Menor y deseaba seguir experimentando en París, así que impulsó el llamado Club de los hachisinos que fundó en 1844. Gautier fue uno de los primeros miembros del mítico club e introdujo en él a muchos amigos. Estas reuniones atrajeron a científicos y artistas. Así, los ampulosos salones del Hôtel vieron pasar a creadores de la talla de H. Daumier, G. de Nerval, G. Flaubert, Ch. Baudelarire, E. Delacroix entre otros.