Charla en una barca al anochecer

El monje japonés Hakuin Ekaku (1686-1769) es considerado como el padre del zen Rin- zai moderno, a causa de la profunda renovación que, gracias a su talento e incesante entrega, realizó en esta corriente espiritual, estancanda en su época. Además de expurgar el zen de elementos de otras escuelas budistas y restituirlo a su naturaleza genuina, el maestro lo popu- larizó. Hakuin deseaba que los laicos pudiesen beneficiarse también de las bendiciones de esta sabiduría. Quería hacer del zen algo comprensible para aquellos que sentían atracción por esta vía, rescatándolo del aura de misterio y elitismo en la que estaba confinado.

Hakuin dejó una voluminosa obra en japonés y en kanbun de gran importancia teórica y práctica. Asimismo fue un notable artista –pintor y calígrafo–, cuyas obras tuvieron como prioridad transmitir los principios y valores del zen. Estas “predicaciones visuales” fueron brillantes y muy apreciadas por sus discípulos laicos.

El Yasen Kanna tiene una historia y un objetivo muy concretos. En su juventud, Hakuin, debido a un excesivo celo en la meditación, agotó su energía vital, siendo víctima de la de- nominada “enfermedad zen” (zenbyo), que estuvo a punto de acabar con su vida. El texto explica su lucha por recuperar la salud y cómo lo consigue gracias a un sabio ermitaño, Hakuyu, quien le prescribe la práctica curativa de la Introspección (naikan). El Yasen Kanna es un manual práctico de este exitoso método. En principio el libro iba dirigido a los monjes de Hakuin y formaba parte de su rutina diaria, pero más tarde, como el mítico encuentro entre el maestro zen y el ermitaño se popularizó, muchos seguidores laicos quisieron mejorar su salud usando estas enseñanzas. Este interés provocó la edición de 1757, que, de las tres redacciones que escribió Hakuin es la de mayor difusión y en la que el maestro incluyó un interesante Prefacio que completa la obra. Esta es la versión que presenta nuestro libro.