A fuego lento

En sus conversaciones con su joven interlocutor, el anciano cocinero Damià Sureda desgrana sus recuerdos y cuenta unas historias evocadoras de un mundo exquisito y desaparecido para siempre.
En los relatos de Sureda —hombre discreto, educado y sensible, pero por encima de todo excelente cocinero— la anécdota narrada siempre está entreverada de referencias a manjares exquisitos, pues en la vida de ese gran cocinero la pasión por el arte culinario es inseparable de la experiencia vital.
Estos cuentos de Camilo José Cela Conde rinden un homenaje a una época y a un estilo de vida que no habían perdido «la capacidad de imaginar», la exquisitez y el talento en el arte de vivir, como pone de manifiesto la alta cocina de la época. Estos relatos poseen todo aquello que está siempre presente en las obras del autor y que los clásicos exigen de un cuento literario: elegancia, brevedad, facilidad y sorpresa. Los imaginativos dibujos de Horacio Sapere y la sabiduría culinaria de Koldo Royo, que nos ofrece cuatro menús que podría haber preparado Damià Sureda, completan este libro, que satisfará por igual a los amantes de la buena literatura y a los amantes de la buena cocina.