Colección: Los pequeños libros de la sabiduría 186
Traducción de Fernando Ortega
Páginas: 79
Formato: 11 x 14 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-9716-907-3
Año aparición: 2.014
Precio sin IVA: 7,69€
Precio con IVA: 8,00€
«Me preguntas por qué razón Pitágoras se abstenía de comer carne, pero yo me pregunto, más bien, cuál era el sentimiento, el estado mental o anímico del hombre que por primera vez se acercó a la boca una carne asesinada».
En los dos breves tratados que presentamos, el filósofo Plutarco reflexiona sobre dos cuestiones que a primera vista quizá pueden parecer un poco insólitas pero que inciden plenamente en la idea que los hombres nos hacemos de los animales y que definen nuestra relación con ellos. En el primer tratado, Plutarco se interroga sobre lo que llama el valor, la razón o el placer que permite al hombre matar y después comer a los animales, es decir, en suma, sobre qué es lo que hace gozar al hombre de comer carne. Plutarco, aunque no es vegetariano como Pitágoras, considera que «comer carne no sólo es contrario a la naturaleza de los cuerpos, sino que también, por saciedad y hartura, engorda y espesa las almas», pues la alimentación del cuerpo afecta decisivamente a la calidad del alma. El segundo tratado consiste en un diálogo entre Ulises y un hombre convertido en cerdo por la maga Circe en el que Plutarco, por boca del animal, muestra que el alma de los animales es virtuosa y totalmente conforme a las leyes de la naturaleza.