Robert Graves
Por qué vivo en Mallorca
Colección: Terra Incognita 92
Traducción de Lucía Graves y Natalia Farrán Graves
Ilustraciones de Paul Hoghart
Páginas: 159
Formato: 15 x 21 cm
Encuadernación: Rústica
ISBN: 978-84-9716-425-2
Año aparición: 1.997
Precio sin IVA: 13,94€
Precio con IVA: 14,50€
Una colección de cuentos y ensayos de singular vivacidad y atractivo en los que el gran escritor británico Robert Graves —autor de obras tan importantes como Yo, Claudio y La Diosa Blanca— ofrece un personal y significativo testimonio de una época muy concreta de la historia de España, centrado en la isla de Mallorca, en la que residió durante cincuenta años.
Robert Graves (1895-1985) es uno de los grandes escritores ingleses del siglo XX. Su vasta obra abarca los campos de la poesía, la novela, la mitología y la crítica, y en ella se cuentan títulos tan conocidos como la novela histórica Yo, Claudio o el ensayo La Diosa Blanca. Hombre inquieto e inconformista, Graves decide, en 1929, marcharse de una Inglaterra superpoblada para ir en busca de un lugar donde «la ciudad fuera todavía ciudad y el campo, campo». Siguiendo el consejo de Gertrude Stein, Graves eligió Mallorca por su clima y su situación geográfica, y una vez en la isla se estableció en el pueblo de Deiá, en la sierra de Tramuntana, donde construyó una casa, escribió incesantemente y vivió con su familia hasta su muerte, con un paréntesis entre 1936 y 1946. Todos los cuentos y ensayos recogidos en esta miscelánea —dirigida originalmente a un público anglosajón— fueron escritos entre 1953 y 1958, con excepción de «Posdata, 1965», texto en el que Graves expresa su temor a perder su paraíso con la llegada del turismo de masas. A lo largo de estos ensayos, Graves expone su visión peculiar de diversos hechos históricos y del devenir de la vida mallorquina a lo largo de los años en que residió en la isla, visión en la que el afecto se entrevera a menudo de una sutil ironía, dando lugar a unos textos de singular vivacidad y atractivo. El panorama histórico y social que dibujan los textos de Graves resulta también significativo como testimonio de una época muy concreta de la historia de España.
Los magníficos dibujos del artista británico Paul Hogarth, gran conocedor de la isla, iluminan el texto con autoridad y gracia, y captan entrañablemente el ambiente de la vieja Mallorca rural y urbana.